10 errores imperdonables en los Trabajos Verticales

10 errores imperdonables en los Trabajos Verticales

Nunca queremos encontrarnos en la situación de tener en nuestro lugar de trabajo un accidente, por eso intentamos mejorar en todo lo posible en este sector tan potencialmente peligroso.

Trabajar colgado de es una actividad perfectamente segura si se respetan una serie de pautas de seguridad claramente establecidas.

Éstos son sólo algunos errores que nunca nos deberíamos permitir:

1. Trabajar con una sola cuerda:

10 errores imperdonables en los Trabajos Verticales

El sistema debe constar de dos cuerdas con sujeción independiente, una como medio de acceso, de descenso y de apoyo (cuerda de trabajo) y la otra como medio de emergencia (cuerda de seguridad).

2. Elegir la protección anti roce equivocada

1 Trabajar con una sola cuerda:

Este es un error que puede acarrear gravísimas consecuencias.

Una correcta planificación de protección anti roce debería pasar siempre por evaluación de los riesgos:

  1. Identificar los riesgos: ¿Existen bordes? ¿Superficies calientes o corrosivas? ¿Trabajamos con herramientas de corte o que producen calor?
  2. Eliminar el riesgo: ¿Podemos ejecutar la tarea en otra forma que no conlleve esos riesgos?
  3. Evitar el riesgo: si no podemos eliminar el riesgo, tendremos que evitarlo. Instalando las cabeceras de manera que la cuerda no entre en contacto con las zonas de riesgo:
    • Eligiendo puntos de anclaje alternativos
    • Desviando mediante triangulación
    • Desviando mediante desvío
    • Desviando mediante fraccionamiento

10 errores imperdonables en los Trabajos Verticales

3. No cerrar el seguro de un mosquetón

Uno de los errores más frecuentes a la hora de trabajar con sistemas de protección contra caídas, sean del tipo que sean, es no comprobar el seguro de los conectores. Dejarse un mosquetón con la rosca abierta puede tener graves consecuencias.

Durante la detención de una caída, el impacto puede generar oscilaciones en la cuerda que, en el peor de los casos, puede hacer que ésta trabaje directamente sobre el gatillo: si éste está abierto, la probabilidad de que la cuerda se salga del mosquetón aumenta considerablemente.

Para evitar este error, existen en el mercado mosquetones de cierre de seguridad automático.

4. No tener en cuenta la meteorología

10 errores imperdonables en los Trabajos Verticales

Este punto es especialmente importante: tanto las temperaturas extremas, como la lluvia y especialmente el viento pueden poner en peligro la vida del trabajador expuesto y es imprescindible tenerlos en cuenta en la planificación de los trabajos.

En muchas ocasiones, cuando estas condiciones meteorológicas no son claramente adversas resulta difícil establecer de una manera taxativa cuándo son tan desfavorables como para suspender el trabajo o la tarea.

Por ello, en estos casos de condiciones meteorológicas no tan “claras” no quedará más remedio que apelar a la responsabilidad y el sentido común, eligiendo la suspensión del trabajo, si existen dudas razonables sobre la incidencia de las condiciones sobre la seguridad.

La evaluación de riesgos, así como las medidas preventivas que se establezcan, determinarán cuando y como debe suspenderse los trabajos en altura en los cuales se ejecutan trabajos verticales.

Pautas básicas de seguridad, en función de la tipología de elemento meteorológico que afecte a la situación de trabajo o tarea en altura cuando se realizan trabajos verticales:

  • No dudes en detener los trabajos si sopla mucho viento.
  • Desde el punto de vista legislativo y normativo no se ha establecido una velocidad máxima a partir de la cual deban suspenderse los trabajos. Sí que encontramos en cambio pautas claras en determinados procedimientos, como por ejemplo el de la Asociación Eólica Española (AEE) que, como norma general, establece una velocidad máxima para realizar trabajos verticales en aerogeneradores de 12 m/s.
  • Si llueve no te cuelgues o espera a que amaine. Normalmente cuando llueve, los trabajos deben suspenderse dado que las cuerdas se humedecen y eso puede provocar que los dispositivos de progresión no bloqueen o puedan realizar su función con garantías de seguridad.
  • Cuando hay riesgo de tormenta, aparte de la lluvia intensa, puede añadirse otro riesgo, el de la descarga eléctrica.
  • En verano, en la medida de lo posible planifica tu jornada para colgarte siempre a la sombra o evitando los trabajos más duros en las horas centrales del día. El calor es uno de los principales riesgos que amenazan tu seguridad. Un simple mareo puede desembocar en una situación que requiere una evacuación urgente de la víctima si está suspendida de cuerdas.
  • En invierno, el frío intenso provoca disminución de las capacidades lo que puede ser la causa tanto de resbalones que provocan caídas al mismo nivel o a distinto nivel, caída de objetos, etc. Para evitar que estos incidentes o accidentes se produzcan será necesario disponer de ropa de abrigo, suficiente y adecuada a la época, condiciones climatológicas y localización geográfica del lugar donde se ubique el lugar de trabajo.

5. No hacer nudo de final de cuerda

Remate de cabo

El nudo de final de cuerda no tiene otra función que la de evitar que nos salgamos del sistema en caso de quedarnos cortos de cuerda. Es una de las primeras cosas que se enseñan cuando se aprende a montar cabeceras: cuerdas hasta el suelo (lo ideal es que no lleguen a tocar) y nudo final en todos los casos.

En efecto, este nudo actúa como sistema de seguridad redundante en caso de que cometamos un error, como por ejemplo quedarnos cortos de cuerda por fraccionar o desviar una cuerda que antes sí llegaba al suelo.

El nudo más utilizado para estos casos es el bien llamado remate de cabo.

6. No valorar el factor caída

Cuando un trabajador sufre una caída a distinto nivel utilizando un sistema anticaída, correctamente instalado, entran en acción una serie de elementos para limitarla en un primer momento y detenerla después. Aunque el trabajador no llegue al suelo, recorrerá una pequeña distancia antes de la parada, con lo que se liberará una fuerza de choque determinada. Para que las consecuencias de la caída sean mínimas para el trabajador, el sistema de seguridad debe absorber la mayor cantidad de energía como sea posible.

factor caida

El resultado debe ser tan bajo como sea posible, para minimizar las consecuencias.

Factor 0: Caída que no genera fuerza de choque sobre la cuerda. Peligrosa situación por posibles golpes laterales.

Factor 1: Caída en la que, si el elemento de amarre es corto, puede provocar consecuencias leves o no demasiado graves.

Factor 2: Caída muy peligrosa. Debe evitarse esta situación y limitar el tiempo de exposición en momentos donde sea inevitable. Vigilar siempre la situación del dispositivo anticaídas.

En los trabajos verticales, el factor de caída deberá controlarse en todo momento, procurando que el dispositivo anticaída se encuentre lo más alto como sea posible. Y cuando sean posibles desplazamientos laterales, se deberá tener en cuenta el efecto péndulo, debiendo evitarlo en su mayor medida.

7. No realizar comprobaciones de los sistemas de seguridad

Es importantísimo realizar comprobaciones previas al inicio de los trabajos: nudos, anclajes, aparatos, configuración del arnés, roscas de mosquetones, protectores de cuerda, etc.

La comprobación de los sistemas no sólo ha de hacerse por la mañana antes de colgarse por primera vez, sino cada vez que vayamos a hacerlo. Si, por ejemplo, paramos para comer y salimos de las instalaciones donde estamos trabajando, es imprescindible volver a chequear todo el sistema.

8. Trabajos en solitario

Como mínimo deben estar presentes en el lugar de trabajo dos personas. No sólo por el hecho de que el trabajo que se realiza con técnicas de trabajo vertical requiera siempre la presencia de dos personas, para afrontarlo y rematarlo adecuadamente, sino también por el hecho de que esto es lo que parece deducirse de una lectura coherente y contextualizada entre: la LPRL y en el RD 1215/1997.

Concretamente del artículo 20 de la LPRL. Y el Anexo II.4.4.1.e) del RD 1215/1997, en relativo a medidas de emergencia y actuaciones para la evacuación. Por otra parte, además esto es lo más prudente.

¿Si acude solo a realizar un trabajo en altura o vertical y sufro una caída o similar, quién me rescata?

9. Utilizar equipos no normalizados para trabajos en altura

Aunque cada vez menos, aún es posible encontrar trabajadores verticales, principalmente realizando trabajos para comunidades de vecinos, que usan equipos provenientes del ámbito deportivo, bajo normas EN específicas para el deporte, los cuales no son adecuados para su uso en el ámbito laboral. Esta conducta no tiene justificación alguna, pues ya son muchos años de aplicación de una legislación y de la existencia de normas técnicas específicas.

Las razones por las que no está permitido su uso tienen que ver con la seguridad de las personas, ya que estos equipos no garantizan los parámetros de seguridad mínimos establecidos en las normas EN correspondientes al ámbito laboral.

10. No disponer de un plan de rescate

Por último, uno de los aspectos más descuidados en la planificación de los trabajos: el plan de rescate. Lo vemos todos los días: trabajadores que se suben a una cubierta solos, o bien acompañados, pero sin disponer del material adecuado ni de la formación en rescate necesaria, técnicos verticales con experiencia en trabajos en suspensión, pero sin formación ni entrenamiento en técnicas de evacuación de víctimas en suspensión, técnicos de telecomunicaciones que acceden a una torre perdida en el monte que jamás han oído hablar del síndrome del arnés… Los ejemplos abundan.

Porque no podemos olvidar que la necesidad de planificar una situación de emergencia —ya sea en altura o no— es una obligación legal:

Ley 31/95: (…) El citado personal deberá poseer la formación necesaria, ser suficiente en número y disponer del material adecuado, en función de las circunstancias antes señaladas.

Directiva 2001/45/CE: El trabajo deberá planificarse y supervisarse correctamente, de manera que, en caso de emergencia, se pueda socorrer inmediatamente al trabajador.

EN 363:2008: Siempre cuando se inicia un trabajo en altura, debería existir un plan de salvamento in situ.

EN 365: en las instrucciones del EPI se debe reflejar la necesidad de tener un plan de rescate.

Por supuesto, el plan de rescate deber ser específico a cada situación, por lo que se debe: identificar los riesgos específicos de la tarea a ejecutar, elegir la correcta disposición y longitud de las cuerdas, gestionar correctamente los recursos materiales, optimizar la organización del equipo humano, instalar sistemas desembragables, definir los canales y sistemas de comunicación, dominar la técnica…

El objetivo de todo ello es claro: ¡cero accidentes!

Grupo Desnivel – Comprometidos con la seguridad

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