ADN Trabajos Verticales
Los trabajos verticales son técnicas de posicionamiento mediante cuerdas, anclajes y aparatos de progresión, para acceder a lugares en altura y de difícil acceso, en los que se debe ejecutar un trabajo concreto. Si queremos desgranar el ADN de los trabajos verticales, debemos hablar de la suma de estos elementos:
- Sistemas de suspensión: Técnicas similares a las de escalada, pero con especificaciones y exigencias laborales, conforme a la legislación vigente, adaptándose particularmente a las distintos estándares laborales de cada lugar donde se desarrollen las labores.
- Versatilidad: Aunque técnicamente más que un trabajo en sí, son las técnicas de acceso al lugar del trabajo, el trabajador vertical es finalmente un profesional que realiza tareas.
- Rapidez: No se necesita maquinaria ni la instalación de andamiaje, los cuáles en muchos casos, conllevan más tiempo de instalación que la ejecución del trabajo propiamente dicho.
- Solución económica: Frente a los costes de alquiler, compra, instalación, consumos, entre otros, de maquinaria o andamios.
- Trabajo en equipo: El individualismo no tiene cabida en el trabajo vertical. Los equipos de trabajo deben estar formados por un mínimo de dos trabajadores, para poder darse respuesta ante una situación de emergencia, además de ser un continuo apoyo unos de otros en la ejecución de las tareas: instalación, revisión de equipos, abastecimiento de materiales, etc.
- Profesionalidad: No sólo no todo vale en el trabajo vertical, sino que es un ámbito laboral muy exigente en cuanto a:
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- Cumplimento legal: Precisa de un correcto y exhaustivo cumplimiento de la normativa legal y estándares específicos de cada cliente.
- Formación: Todo trabajador vertical debe recibir formación específica, teórica y práctica, y en la que tiene un valor muy importante su reciclaje periódico, para mantenerse continuamente preparado para nuevos escenarios de trabajo y posibles situaciones de emergencia.
- Equipamiento de protección individual y equipos de trabajo: Deben usarse equipos con las máximas garantías de fabricación, en buen estado, que cumplan sus normativas específicas, entre las que se encuentra la obligación de inspecciones periódicas por personal competente.
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- Seguridad: El elemento fundamental. Sin seguridad el resto de componentes carece de validez. Pese a lo que pueda parecer, las técnicas de trabajo vertical son en la mayoría de los casos la alternativa más segura para el desempeño de un trabajo, pues minimiza riesgos que son intrínsecos al uso de andamios o grúas cuando existen grandes alturas. Se requiere de una planificación de los trabajos, tanto a nivel productivo como de evaluación del riesgo: evaluando el entorno, la confluencia o no con otras actividades, las condiciones atmosféricas, etc. El objetivo es determinar los medios humanos, materiales, de protección y de evacuación, que se necesitan para el desempeño correcto y seguro de cada tarea específica, y que deben ser inspeccionados y re-evaluados de forma continuada para garantizar la seguridad en todo momento, como base fundamental de nuestro trabajo.
Todos estos elementos deben ir unidos. No existe profesionalidad sin el compromiso de velar por la seguridad de los propios trabajadores, y en definitiva, del cliente.